Reflexión del sonido

El sonido se refleja en una superficie lisa, si además la superficie es rígida, la cantidad de energía que transporta la onda sonora reflejada será mayor. Al contrario, si la superficie es suave e irregular la cantidad de energía transportada por la onda reflejada será menor.

La reflexión del sonido ocurre cuando las ondas sonoras se reflejan de modo que el ángulo de incidencia es igual al ángulo de reflexión. Por ejemplo, si una persona grita frente a un obstáculo lejano, puede ocurrir que además de escuchar su voz directamente, reciba posteriormente el sonido que emitió luego de ser reflejado en el obstáculo (ver ilustración). A este sonido reflejado se le llama eco. Si se producen múltiples reflexiones del sonido, entonces se entorpece la claridad de la audición y los sonidos ya no pueden ser distinguidos por separado, lo que se conoce como reverberación.

Reflexión del sonido

Reflexión del sonido

Reverberación

Uno de los factores que influyen en el comportamiento acústico de una sala de música se relaciona con el tiempo que un sonido emitido por un instrumento permanece en el lugar después de que la fuente lo ha dejado de emitir. Esto ocurre por las múltiples reflexiones que experimenta el sonido emitido en las paredes y objetos que existen en el lugar.

La permanencia de un sonido en un lugar, después de suprimida la fuente sonora, se denomina reverberación.

El tiempo de reverberación de un recinto, definido en forma arbitraria, es el tiempo necesario para que la intensidad del sonido disminuya en 60 dB. Este tiempo dependerá de los materiales utilizados en la construcción de la sala y de los muebles u objetos que ella contenga.

Si el tiempo de reverberación es mayor, es decir, los sonidos se atenúan lentamente, sucederá que los sonidos no se distinguen y se pierde la calidad acústica del lugar. Esto ocurre por ejemplo en algunas catedrales. Sin embargo, si el tiempo de reverberación es muy pequeño el sonido se atenúa rápidamente.